Equipos de Ultrasonidos Estéticos

Los ultrasonidos en tratamientos estéticos

Los ultrasonidos son ondas vibratorias y sonoras de diferentes frecuencias que no son percibidas por el oído humano. Se aplican por medio de un cabezal de reducido diámetro, que se traslada lentamente de manera circular sobre la región a tratar, progresando el metabolismo local. Esta habilidad no es dolorosa y contribuye efectos terapéuticos comprobados como:

• Celulitis.
• Varices.
• Acumulaciones de grasa localizadas.
• Acné.
• Edemas.
• Cicatrices.
• Estrías.
• Trastornos circulatorios localizados.

Los ultrasonidos también activan el drenaje linfático y la permeabilidad de la piel, por lo cual tienen la posibilidad de ser usados para un desarrollo que se llama sonoforesis y que facilita impulsar la acción de medicamentos que se aplican por vía tópica. La efectividad de este desarrollo dependerá del nivel de hidratación de la piel, la edad del tolerante y la existencia de ácidos grasos, por lo cual esta habilidad va a ser menos eficaz cuanto más grande sea la edad del tolerante.

Los ultrasonidos se transforman en calor, lo que origina la dilatación de los folículos pilosos y las glándulas sudoríparas, con ello conseguimos un aumento del riego sanguíneo en la región donde hemos aplicado los mismos. Esto provoca que las sustancias que se usan en el tratamiento de la celulitis y las arrugas penetren mejor y por consiguiente sean muy efectivos. En los tratamientos dermatológicos los ultrasonidos se usan para el acné, la piel grasa y para conseguir una  mejor tonicidad e hidratación de la piel, así como un mejora de la oxigenación. Al mejorar el riego sanguíneo además aceptan tratar inconvenientes como las varices. Los ultrasonidos están contraindicados en personas con marcapasos y mujeres embarazadas y jamás tienen que aplicarse sobre los ojos o los testículos.